sábado, 5 de septiembre de 2009

Un señor muy viejo con unas alas enormes

Es una moraleja vieja que todos de nosotros sabemos: que una bendición puede ser una maldición. Este cuento corto demuestra este moraleja. Al principio, la bendición es un señor muy viejo con unas alas enormes, o un ángel. Un hombre, Pelayo y su marido, Elisenda, encuentran un hombre con alas en su patio. Aparece muerto, pero no está. Tras de un milagro, que su bebé vuelve a salud, ellos le convierten a un espectáculo. Números de gente visitan el ángel, en las esperanzas por un milagro. No le tratan el ángel bien, él es decrépito y sucio. Él está en un circo, solo un espectáculo. Las personas vienen y salen, y Pelayo gana mucho dinero. Tienen una vida buena. No dan las gracias a el uno quien hizo lo posible. Él, hace mucho tiempo, empieza molestar y aparecerse Elisenda. El ángel, una bendición era un maldición. Aunque todos de los cuentos cortos que leí eran interesante y distintos, este es algo muy distinto y extraño. Usualmente, cuando lee una historia sobre un ángel, no es alguien triste. Este cuento es un poco oscuro. Me gusta la historia por eso. En todo, pienso que es más mejor que los otros cuentos cortos.


http://www.literatura.us/garciamarquez/enormes.html

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